sábado, 11 de septiembre de 2010

45. En busca de la felicidad - Final

38. En busca de la felicidad - Capítulo 1
39. En busca de la felicidad - Capítulo 2
40. En busca de la felicidad - Capítulo 3
41. En busca de la felicidad - Capítulo 4
42. En busca de la felicidad - Capítulo 5
43. En busca de la felicidad - Capítulo 6
44. En busca de la felicidad - Capítulo 7

Capítulo VIII: Es momento de ser feliz

A pesar de los esfuerzos de la Policía, todo intento de ubicar a Juli era infructuoso. La semana había pasado velozmente y la angustia estaba destruyendo los nervios de los Marín, con excepción de Annie que en algún lugar lejano se encontraba ajena a la desgracia familiar.

Por la tarde, el comisario daba cuenta de los avances de la investigación, concluyendo que la principal sospechosa era Jenny B. y que no descartaba que el novio de Juli, Sebastien estuviera involucrado en el secuestro. Lo habían interrogado mil veces y no se contradecía, por ello no habían ordenado su detención, pero la duda seguía sembrada.

- Papi papi – decía Cintya – encontré esto en la puerta de la casa!! – entregándole a su padre un sobre cerrado dirigido a él, pero sin remitente. Carlos abrió el sobre y quedó horrorizado al ver varias fotografías de su hija amordazada y amarrada en una silla. El lugar era lúgubre y los secuestradores se habían tomado el cuidado de ponerle un periódico del día en las manos para que no quedara duda que no la habían ultimado aun. El comisario examinó la evidencia y contemplando las fotos se dio cuenta que en la pared del lugar que allí aparecía se reflejaba la figura espigada de una mujer. Ya los tenemos – gritó emocionado. Es Jenny B.


***

Los intentos de David para conseguir el perdón de Sony no habían dado resultado y esta era la última vez que la buscaría. Si ella lo quisiera al menos un poco, ya lo habría perdonado – pensaba David entristecido de solo imaginar que no era correspondido en su sentir.

Era la hora de salida, Sony enrrumbó hacia su casa y al llegar allí vio un tumulto alrededor de la puerta de ingreso. Su corazón se sobresaltó pensando en que algo malo podía haberle ocurrido a Mily y Yaz. Aceleró el paso y cuando estaba por llegar se quedó hipnotizada viendo aquella escena que parecía sacada de una película romántica. Su David sentado en las escaleras de ingreso, empuñando su guitarra cantaba dulcemente:

Dame tu ternura, ven y alivia esta locura contigo yo siento que vuelvo a nacer
Dame tu dulzura, cuando estás no tengo dudas que en tus brazos otra vez, vuelvo a nacer

Al ver llegar a Sony, sacó la cajita de su bolsillo, la puso delante suyo y continuó cantando:

Siempre te soñé, como te ves no puedo creer que te encontré
Dame tus momentos, ven a darme un beso lento, mira no ves que por ti vuelvo a nacer ... Abrazado a ti vuelvo a nacer

No pudo continuar porque los besos llenos de perdón de su adorada Sony cubrieron sus labios.

- Aceptas ser mi esposa y jamás separarte de mi?
- Hacen falta palabras, mi Dave? – decía Sony rodeando su cuello.

Él tomó el anillo y lo colocó en el dedo de Sony, prometiéndole que jamás se arrepentiría de aceptarlo. Serían muy felices juntos y esas niñitas que tanto había llegado a querer y que lo habían ayudado en sus planes de reconquista, completarían sin duda su felicidad.


***

Ante los lamentables hechos, todo indicaba que el Concierto Benéfico no se llevaría a cabo. En ausencia de Juli, la menor de las Marín ayudada por Will había tomado las riendas y tenía las invitaciones listas para ser repartidas. Solo esperaba que su padre lo autorizara. Carlos decidió que todo continuaba igual, por lo que Cintya envió las invitaciones, quedando todo listo para el gran día.


***

Ya habían pasado quince días y si bien la Policía había conseguido dar con el lugar, los dos intentos de rescate habían fracasado. No sabían que intentar para evitar una tragedia.

- Yo me ofrezco a negociar – propuso Sebastien – ante la mirada incrédula de todos los presentes. Señor Marín, yo amo realmente a su hija y si con mi intervención consigo disuadir a Jenny, no me importa dejar la vida en el intento. - Estás seguro muchacho? – interrogó el comisario.
- Si señor, como nunca. - Está bien. Este es el plan, entonces.

Se discutieron los pros y contras del arriesgado rescate, pero era la única opción y había que tomarla. El contingente policial junto con los Marín y Sebastien, llegaron a la cima de la colina donde estaba la casucha que usaban las delincuentes para ocultar a Juli.

- Alguien se acerca – dijo Claudia. - Ve a ver quien es en vez de hablar tanto – gritó nerviosamente Jenny.
- Es tu ex novio!!! - Que??? Y que hace aquí!!! Anda averigua pronto. - Al parecer está herido porque camina cojeando y hay mucha sangre en su pantalón.

Jenny podía soportar todo menos que algo le pasara a quien ella, en su mente retorcida, llamaba aun “su” Sebastien. Salió desprevenida de la cabaña corriendo hacia él. Sintió como el fuego del disparo calaba en su pecho penetrando hasta su corazón. Cayó bañada en sangre y mirando suplicante a Seb. Se oyó otro disparo, aunque este fue dentro de la cabaña.

- Noooooooooo por Dios!! gritaba Sebastien imaginando el peor final. Entró al sucio lugar y encontró a Claudia en el piso con un disparo en la cabeza, mientras Juli lloraba ataba a un tronco desesperadamente. Al verse acorralada, Claudia se había quitado la vida antes de volver a prisión.

Seb desató presuroso a su amada, quien se desvaneció en sus brazos y solo recuperó el conocimiento, horas mas tarde rodeada de su familia y "su príncipe" como acostumbraba llamarlo.


***

La gente llegaba de todas partes de la ciudad, ansiosa por conocer la gran sorpresa que se anunciaba en los paneles del evento. Empezaron los cantantes preliminares, luego una sesión de música de cámara y después del intermedio, Patty subió a anunciar al grupo que será la sensación de la próxima década. Con ustedes (y se quedó pensando que no tenían un nombre) … IL DIVO (reaccionó al recordar la película favorita de Carlos).

Regresa a mí, quiéreme otra vez, borra el dolor que al irte me dio cuando te separaste de mí, dime que sí, yo no quiero llorar, Regresa a mí …

Extraño el amor que se fue, extraño la dicha también, quiero que vuelvas a mi y me vuelvas a querer – cantaba Urs sorprendido de ver a Annie en la primera fila frente a él.

No puedo más si tu no estás, tienes que llegar, mi vida se apaga sin ti a mi lado… Regresa a mí quiéreme otra vez, borra el dolor que al irte me dio cuando te separaste de mí, dime que si,yo no quiero llorar, Regresa a mí …

La gente de pie aplaudía a esos 4 guapísimos hombres que con sus voces les hacían erizar la piel. Eran sin duda el amor hecho canción. En el cóctel posterior al concierto, varios productores se acercaron a ellos, siendo Carlos quien se encargó de hablar en representación de todos y convencerlos para empezar una prometedora carrera musical. Ese año en definitiva a pesar de sus altibajos, había sido el mejor, aunque la felicidad no había tocado la puerta de todos.


***

Escabulléndose entre la multitud, Annie subió a la terraza para contemplar por última vez su ciudad, que iluminada por una hermosa luna llena, en silencio dormía ajena a las desventuras de su corazón. Estaba absorta en su contemplación, cuando alguien la abrazó por detrás cantándole al oído: Io solo chiederei, la luna, io e te. Haciendo un gran esfuerzo para que las lágrimas no saltaran de sus ojos, dio la vuelta y sonriendo dijo: Felicidades Urs, el concierto estuvo increíble!

- Es cierto que te vas mañana sin boleto de retorno? – preguntó él. Si – dijo ella bajando la mirada.
- Nada hará cambiar tu decisión? No.
- Ni yo? Ya me conoces – dijo Annie, intentando no perder la compostura.
- Marisol aceptó darme el divorcio. Viajó a Cuba, la operaron y volvió a caminar – dijo de pronto Urs.
- Eso no cambia nada.
- Acaso no me amas? - No se trata de ti Urs, soy yo. Todo lo que amo lo destruyo. Además nadie asegura que ella no te vuelva a buscar para reconquistarte. Podrían darse una oportunidad.

Urs sonriendo respondió: ella está recuperándose en un resort en Costa Rica donde ha conocido un médico francés al que no quiere dejar por nada. Tomó las manos de Annie, diciéndole: - Déjame hacerte feliz, déjame decidir si quiero que me hagas daño a mi también. No me dejes, no sé vivir sin ti.

Ella permaneció en silencio, mientras él dijo: Te quedas conmigo para siempre? - Si mi amor, no imagino vivir lejos de ti otra vez. Y diciendo eso, se unieron en un beso que se hizo eterno.

FIN

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